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domingo, 11 de diciembre de 2022

EL JARDÍN DE BALATA

Los Jardines de Balata fueron creados en 1982 por Jean Phililipe Thoze, un apasionado de la horticultura que trajo ejemplares de muchas partes del mundo. Su biografía impresionaba y era de lo más interesante. Su padre trabajó en Gabón y a los 7 años el joven Phillipe fue a vivir allí. Luego viajó por Japón, Polinesia, Asia…Los Jardines que creó eran una maravilla.

Se accedía por una casa colonial antigua, con mobiliario de la familia y algunos trajes criollos. En la terraza de la casa habían puesto recipientes colgados con agua y azúcar, y los colibrís se acercaban a probarla, con sus rápidos aleteos.




Había grupos de altas palmeras de tronco estrecho y copa alta, endémicas de la isla. También juncos, bambús gigantes, el jardín japonés, un estanque con peces y nenúfares de flores lilas y blancas.

Se podía subir a unas pasarelas colgantes de los árboles, se balanceaban al caminar, y permitían ver el jardín desde las alturas.





Pasear por aquellos jardines resultaba de lo más agradable y relajante. Había gran variedad de plantas y flores con mucho colorido: bromelias, hibiscus, heliconias, anthuriums, dracenas y otras que no sabíamos identificar. Era una vegetación exuberante y una explosión de colorido tropical.









domingo, 24 de abril de 2011

EL BOSQUE TROPICAL DE MONTEVERDE

En Monteverde hicimos una excursión por el bosque tropical nuboso, guiados por Sergio, que nos dio interesantes explicaciones. El bosque era más oscuro por la gran densidad de plantas y vegetación, y más frío y húmedo. Formaba lo que llamaban “canopy”, palabra de procedencia latina, que podía traducirse como dosel o bóveda vegetal, que se cerraba sobre nosotros. 

Fuimos caminando por pasarelas metálicas pintadas de verde, y atravesamos varios puentes colgantes a unos 25m de distancia del suelo. Eso nos permitía contemplar mejor los árboles, sus copas, troncos y raíces aéreas. Había muchos hongos, musgos y líquenes (la simbiosis entre algas y hongos). Vimos el esqueleto de varias hojas, de las que solo quedaba el entramado seco, comidas por los hongos. 


Vimos el aguacatillo, el árbol del aguacate, que podía vivir hasta 300 años. Los más comunes eran los árboles llamados María por su flor blanca, o “lengua de vaca” por la forma de sus hojas. También había altos y gruesos cedros, de unos 45m de alto y madera rojiza. El bejuco de agua era un tipo de liana que tardaba 60 años en crecer, y el árbol que llaman estrangulador o matapalo. Resaltaban algunas flores de colores, llamativas entre el verdor. 

Había muchas plantas epífitas, que crecían sobre otras plantas o árboles. El nombre también provenía del latín: “epi” (sobre) y “fita” (planta). Sergio nos explicó la diferencia entre el bosque primario, que no había sido alterado en su equilibrio y era más oscuro y denso, y el bosque secundario, que había sido quemado o alterado. Nos mostró zonas de ambos.



Aquel era el hábitat del mítico quetzal, un ave que se dejaba ver poco. Vimos nidos en la hojarasca y otras aves y una pava grande sobre una rama. En el hueco de un árbol hurgó con un palo y salió una tarántula peluda a ver quien la molestaba. Las tarántulas ponían 200 huevos. Las hembras eran más grandes y vivían 15 años, y los machos vivían 5 o 7 años. Nos dijeron que su picadura no era venenosa y mortal, solo era irritante. Fue una excursión interesante y didáctica.



Hicimos otra excursión nocturna. Íbamos en fila, con linterna, y nos parábamos cuando oíamos algún ruido de la hojarasca o una rama crujiendo. Lo primero que vimos fue una mariposa morpho de color azul cielo, endémica de Costa Rica. Con su revoloteo parecía darnos la bienvenida. En seguida encontramos un perezoso en las ramas altas de un árbol. Dormían entre dieciocho y veinte horas, como los koalas australianos, y su periodo activo era nocturno. Eran animales de rutinas cíclicas y si se les encontraba en un árbol era probable que volvieran a él.

Tuvimos la suerte de encontrar un armadillo medio oculto bajo un tronco. Tenía el lomo listado y el hocico alargado. Posó para nosotros de espalda, de perfil y de frente. También encontramos una zarigüeya o zorro en las ramas altas, de la que vimos sus ojos amarillos. Vimos el insecto-palo parado en la parte de atrás de una hoja, y un insecto muy curioso llamado carbunco, que tenía dos luces anaranjadas como si fueran ojos. Como sonido de fondo teníamos el canto de miles de grillos y otros insectos. Cuando apagamos las linternas vimos las luciérnagas voladoras, y las estrellas del firmamento se distinguían con un brillo intenso.

domingo, 24 de octubre de 2010

LAS CUEVAS DE MAIJI SHAN

 




Un día gris y con llovizna partimos de Xian en tren hasta Tianshui. El trayecto duró unas tres horas, y al llegar, los dioses nos sonrieron y salió el sol. Las cuevas estaban excavadas en una gran montaña de roca rojiza. Varias pasarelas y escaleras en espiral permitían el acceso. El entorno estaba muy verde y la ascensión permitía ver el paisaje.

Había dos grupos de tres grandes figuras verticales de Buda. Las estatuas de las cuevas conservaban los pigmentos rojos, azules, ocres…eran las más cromáticas que habíamos visto hasta entonces. Vimos el proceso de elaboración de las estatuas: primero hacían un modelo esquemático con madera, después lo cubrían con cañas y finalmente lo recubrían con capas de arcilla y escayola.





Se inició su construcción en el s. IV, pero varias dinastías habían añadido esculturas. Se consideraban los complejos budistas más antiguos de China. Sobre su construcción leímos que no estaba claro si habían utilizado andamios de madera para acceder a tanta altura, o habían acumulado piedras.

En la parte alta había un corredor con nichos ocupados por varias figuras y protegidos por una cornisa de roca. Parte del corredor alto se había derrumbado, tras haber sufrido varios terremotos. La altura impresionaba y el fuerte viento provocaba ruidos en las escaleras. En las paredes terrosas los visitantes colocaban billetes pequeños de yuan, sostenidos por ramas. Tal vez en petición para que no sucedieran más terremotos o como ofrenda a los dioses para conseguir una vida mejor, peticiones que igualan a todos los creyentes en cualquier lugar del mundo.

 

© Copyright 2010 Nuria Millet Gallego