miércoles, 28 de agosto de 2024

TRIBUS DEL SUR DE ANGOLA

Desde Lubango fuimos en ruta hacia el sur de Angola, para conocer sus tribus. Llegamos a Oncocua, a 347km, por pistas llenas de baches. Oncocua era un pequeño pueblo con casas de construcción pintadas de rosa. Desde allí fuimos a una aldea de Muhimbas, con la luz del atardecer. Vivían en chozas con tejadillo cónico de cañizo.

Las Muhimba tenían un aspecto similar a las Himbas de Namibia, en sus peinados, vestimenta y ornamentos. Pero tal vez estaban menos embadurnadas de la pasta rojiza con la que se untan en la piel en Namibia. Las mujeres llevaban a sus bebés en brazos. Algunos niños llevaban grandes collares metálicos en el cuello y transportaban cuencos de arroz sobre la cabeza.




Vimos mujeres de la tribu Muhacaona, con un peinado con una especie de visera abultada. Vestían telas estampadas y cubrían sus pechos, a diferencia de las Muhimbas. Y se adornaban con abalorios de colores en collares, brazaletes y tobilleras.






Eran pueblos seminómadas que vivían del pastoreo de rebaños de cabras y algo de agricultura. La zona estaba muy despoblada, pero por el camino encontramos algunos chicos en moto transportando dos cabras en cada moto. También nos salieron al paso algunas Muhimbas con sus trenzas untadas en la pasta rojiza y el adorno de cuernos de cabra en la cabeza. Sus peinados eran espectaculares.

Otras mujeres Muhimba que vimos en mercados y en el camino, llevaban como adorno cuernos de cabra sobre la cabeza. Vestían faldas y elaborados peinados con trenzas acabadas en grandes plumeros.


Los niños llevaban dos trenzas cayendo sobre la frente, y también se adornaban con coĺlares y brazaletes. Y algunas mujeres Muhimbas llevaban un cinturón ceñido sobre el pecho. Nos dijeron que lo llevaban las mujeres casadas.





martes, 27 de agosto de 2024

FENDA DE TUNDAVALA Y SERRA DE LEBA


Desde Lubango fuimos a ver la Fenda de Tundavala. Una fisura entre los acantilados, de origen volcánico. Los acantilados tenían unos 2200m de altitud y caían en picado unos 1000m sobre las llanuras del Namibe. La brecha se abría entre las paredes verticales y al fondo se veía el pueblo de Bibala.

Llegamos al atardecer y las vistas desde el Mirador del paisaje de alrededor y de las rocas doradas y naranjadas eran espectaculares.


Fenda de Tundavala era una ventana natural de la meseta de Bic, creada por una brecha que se abría entre los acantilados. Uno de los lugares naturales de Lubango y considerado una de las bellezas de Angola. 

Pasamos por la carretera serpenteante de Serra de Leba, de unos 20km, con 56 curvas y una pendiente de 1600m. Desde el Mirador se veía el barranco y unas buenas vistas.


sábado, 24 de agosto de 2024

PEDRAS NEGRAS Y BAOBABS


Desde las Cataratas de Calándula fuimos a ver las Pedras Negras de Pungo Andongo. Eran unas formaciones rocosas redondeadas. Tenian un signoficado mitológico y en la zona se habían refugiado los pueblos del norte de Angola.





Hicimos noche en el pueblo jardín de N'Dalantando y regresamos a Luanda. El tramo de carretera entre N'Dalantando y Catete estaba repleto de baobabs a ambos lados de la carretera. Un auténtico bosque de baobabs, había cientos y cientos de ellos.

Algunos baobabs tenían los troncos rechonchos en forma de botella, y otros eran estilizados. Las ramificaciones de sus copas extendían sus ramas retorcidas al cielo, y de ellas colgaban los frutos que parecían murciélagos. Entre los baobabs había pequeñas cabañas. Recordaremos esos baobabs de la ruta por Angola.





viernes, 23 de agosto de 2024

CATARATAS DE KALÁNDULA

Las Cataratas Kalándula son las segundas cataratas más grandes de África, después de las Cataratas Victoria en Zimbabwe, con una altura de 105m y anchura de 400m. Las formaba el río Lucala y arrastraban mucho caudal de agua, y eso que las vimos en la temporada seca que va de junio a septiembre.

Las cascadas formaban remolinos de espuma blanca y vapor de agua. Estaban rodeadas de verde vegetación. Las vimos desde dos lugares. Desde  la Pousada de Calándula pagamos el acceso de 500 kwanzas (0,5€). Tenian una vista privilegiada del frontal de las cataratas. Todo el entorno era muy frondoso. Unas vistas espectaculares.


La Pousada tenia una piscina infinity desde la que podías ver las cascadas, un lujo. Tenia dos tipos de alojamiento. El mas económico eran las coquetas tiendas instaladas alrededor de la piscina. Nosotros nos alojamos en el pueblo de Calándula, en el Hotel Numina. 


El otro punto para verlas era el Mirador, cercano al pueblo de Calándula. Se veían más cerca que desde la Pousada, y se oía el estruendo de la caída.

Desde el Mirador bajamos caminando hasta el pie de las cataratas para contemplarlas en todo su esplendor y desde diferentes ángulos. Tardamos unos veinticinco minutos en bajar por un terreno rocoso y húmedo. La fuerza y cercanía de las cataratas nos empapó con las miles de microgotas de la caída. Unas cataratas impresionantes, para recordar.


jueves, 22 de agosto de 2024

LUANDA, EL INICIO DEL VIAJE ANGOLEÑO


Luanda, la capital de Angola nos gustó más de lo esperado. El Palacio do Ferro era uno de los edificios más singulares. Era una estructura de hierro con filigranas y una galería circundante, pintado de amarillo intenso y con tejado rojo. Habia una doble escalinata central en la fachada. Se atribuía a la escuela de Eiffel.

Tenía una curiosa historia pues se construyó en París en 1890 para la Exposición Universal. Lo trasladaron en barco hasta Madagascar, pero por un temporal el barco paró en Angola y allí se quedó.


La ciudad conservaba algunos edificios coloniales de la época portuguesa. Destacaba el gran edificio del Banco Nacional de Angola, con una gran cúpula rojiza, porches y pintado de color crema y rosado.


En una colina dominando la ciudad estaba la Fortaleza de Sao Miguel, de piedra dorada. Tenía buenas vistas de Luanda y su gran bahía. La entrada tenía forma de estrella, con murales laterales, y encontramos un grupo de escolares que hacían la visita.

La Fortaleza albergaba un Museo Militar, exhibiendo cañones y otras armas. Había una gran estatua de la angoleña Njinga Mbanda, que en 1622 negoció la paz del reino con Joao Correia de Sousa, el Gobernador de Angola, y se bautizó con el nombre de Ana de Sousa.  Había otras estatuas de Vasco de Gama, Luis de Camoes (el poeta portugués), Agustinho Neto (el padre de la Independencia y primer Presidente de Angola) y otros personajes históricos.




Visitamos el Museo de Antropologia, con una colección de máscaras para rituales de iniciación, de fertilidad, de curanderos y vudú. En otras salas exhibían instrumentos musicales, pipas de madera, lanzas, fusiles, cestería, sandalias de piel de antíĺope, calabazas, peines o una silla con figuras talladas. 


También fue interesante el Museo de la Moneda, que exhibía billetes, una colección de monedas de la época portuguesa y de la Independencia. Lo mas curioso fue un lingote de oro de 12 kg, expuesto en una vitrina con unos orificios para introducir lss manos y levantarlo. No pudimos.

La Marginal era el nombre del paseo marítimo frente a la Bahía de Luanda y el Océano Atlántico. Se veía el sky-line de los rascacielos de la zona moderna de la ciudad. En el paseo estaban las típicas letras "Eu love Luanda". Viajamos por Angola de forma independiente, y aunque solemos ir solos Javier y yo, en esta ocasión fuimos con nuestros amigos Francisco y Merche, y Antonio y Trini, buena compañía. Unas chicas modernas paseaban por allí y accedieron a que las fotografiáramos. Angola nos recibía con sonrisas. Nuestro viaje acababa de empezar.