Baku, la capital de Azerbaiyán, es una bonita ciudad amurallada a orillas del Mar Caspio. Combina tradición y modernidad, con una arquitectura singular.
Las Flame Towers son tres torres construidas en 2012, que se han convertido en símbolo icónico de Baku. Representan una llama, ya que Azerbaiyán dispone de abundantes reservas de petróleo y gas, que han enriquecido al país y es conocido como "Tierra del Fuego". La torre más alta mide 180m de altura y son visibles desde cualquier punto de la ciudad, asomando entre edificios y jardines, y con el Mar Caspio de fondo.

La muralla restaurada con sus almenas y torreones, tiene varias puertas de entrada. Una de ellas es la Aga Mikail, con un gran reloj colgado del muro y un piano instalado a sus pies. La Filarmónica, un bonito edificio clásico, está cerca y vimos a músicos y alumnos transportando sus instrumentos en los estuches, y tocando el piano o el violín en el parque.
Dentro de la muralla está el casco antiguo, llamado Icherisheher con casas tradicionales de piedra dorada con balcones de madera. Allí está el Palacio Shirvanshahs. Shirvan era un reino feudal del s. VI, gobernado por los shahs. Se establecieron en Baku en el s. XII y construyeron el palacio, que finalizaron en el s. XV. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
El recinto comprende la Mezquita Real, el pabellón Divankhana y las tumbas reales. En el interior del Palacio hay una pequeña exposición de dagas labradas, joyas y amuletos de plata, y algunas vasijas y objetos de cobre.
Nos gustó el Divankhana, un pabellón de piedra del s. XV, con estructura octogonal, columnas y cúpula. En él se reunía la corte, servía como sala de recepción. Tiene los pórticos de entrada cubiertos de relieves y mukarnas (decoración geométrica presente en la arquitectura islámica).
En el patio está el Mausoleo de las Tumbas Reales de los shahs, y otra tumba de un derviche sufí con una estructura rematada por un pináculo.
Paseamos por el casco antiguo Ischerisher viendo sus casas tradicionales de piedra dorada con balcones de madera, y otros edificios más nobles de bonita arquitectura. Las calles están adoquinadas y tienen tiendas de artesanía y coloridos textiles. Hay animadas terrazas de restaurantes y cafeterías para tomar té y fumar aromáticas shishas.
La Maidan's Tower (Qiz Qalasi), también es conocida como Torre de la Doncella. Es una enorme fortaleza cilíndrica de 8 plantas y 29,5m de altura. Es otro símbolo de la ciudad de Baku y otro Patrimonio de la Humanidad. Se construyó en el s. II como torre defensiva, con muros de 5m de espesor.
Cerca de la torre hay dos caravanserais: el Caravanserai Multán y Caravanserai Bukhara. No pudimos visitarlos porque estaban restaurándolos.
Fuera de la muralla destaca la calle Nizami, con un tramo peatonal, edificios nobles, una bonita fuente, y terrazas de restaurantes.
Azerbaiyán es un país laico oficialmente, de mayoría musulmana (95%), el resto son cristianos y judíos. La ciudad de Baku tiene varias mezquitas. La más impresionante y la que más nos gustó es la Mezquita Taza Pir, decorada con pinturas murales y una gran cúpula.
La Mezquita Juma es del s.X. El interior es bonito, con arcos decorados y alfombra verde, donde rezaban los fieles. Escuchamos el canto del muecín mientras paseamos.
Baku combina tradición y modernidad en su arquitectura y tiene varios edificios singulares. Paseamos por el Bulvar, el Paseo Marítimo junto al Mar Caspio. Destaca un edificio en forma de herradura, con una gran obertura central, que alberga el Hotel Crescent.
Otro de los edificios singulares es el que alberga el centro comercial Caspian Waterfront Mall. Nos recordó un poco a la Ópera de Sidney.
El Museo de la Alfombra es otro edificio singular. Representa una alfombra enrollada con sus dibujos grabados en el metal del edificio. Solo vimos el exterior. Está situado junto al Bolvar, el Paseo del Mar Caspio, y Little Venice. Arquitectura muy original.
En otra zona de la ciudad, más alejado, está el Heydar Aliyev Centre, un impresionante edificio blanco de formas onduladas. Alberga un Auditorio y Museo con salas de exposiciones. En el exterior tiene unas esculturas de un hombre y una mujer, muy originales. Hay mucha creatividad y arte en todo Baku.
El Centro debe su nombre al primer presidente de Azerbaiyán. Se inauguró en 2012, el mismo año que las Flame Towers, y se convirtió en otro símbolo de Baku. Lo rodeamos para ver otros ángulos y fotografiarlo, su forma cambiaba totalmente según la perspectiva.
Por la noche volvimos a la zona que llaman Little Venice, junto al Mar Caspio. Tiene mucho ambiente con terrazas de restaurantes alrededor de un estanque artificial con canales. Incluso navegan algunas barcas, a modo de góndola. Es el mejor lugar para ver las tres torres separadas.
Cada noche se iluminan las Flame Towers. Las vimos desde uno de los puentes de Little Venice. Simulan ser llamas ardientes, cambian de colores y sobre ellas se proyecta la bandera de Azerbaiyán. Una bonita despedida de Baku, una capital con muchos atractivos.